*.- México creo en Tí
*.- Yucatán y sus Tesoros
*.- Yucatán y sus Tesoros
Oscar Treviño Jr.
El otro Apocalypto es real. El que nos deja con la boca abierta al conocer sus historias que cualquiera de ellas es mejor al Apocalypto de Mel Gibson.
Nada hubiese pasado con el thriller de Gibson a no ser que nos vendieron la idea de que se desarrollaba en el contexto mundo Maya.
Los mayas descubrieron el cero, amaban la naturaleza, eran astrónomos, predecían sucesos como los eclipses y hacían construcciones para observar los equinoccios.
Tenían su propio calendario basado en la rotación terrestre y en la Luna.
Los mayas desaparecieron sin dejar rastro de su partida, solo los testigos mudos: sus construcciones y pese a ser científicos, nunca fueron conquistados por otras tribus del centro de México.
LAS CIUDADES
El thriller trata de un poblador de la selva que es capturado por buscadores de esclavos del pueblo maya y tiene que escapar para salvar a su familia.
Este es conducido hacia una de las grandes ciudades para ser vendido o sacrificado frente de los pobladores.
LAS PRECISIONES
Primero los mayas o al menos nunca se conoció que se registrara algún tipo de epidemia, primer error del thriller porque se ve a un niño que tiene sarampión, enfermedad traída de Europa.
El sacrificio del poblador se interrumpe por un eclipse de sol, cuando los mayas sabían con exactitud cuándo se registraban mucho después que los europeos.
Durante toda la historia se muestra a un pueblo Maya salvaje, sediento de sangre, asesinando a placer.
Sin embargo era la transformación, una manera de ir con sus dioses.
Los sacrificados se preparaban física y mentalmente para poder entrar "al viaje". Un ejemplo es en el juego de pelota, la partida se jugaba entre 3 y 4 días, el ganador era sacrificado. El sacrificio para losmayas era cuestión de valentía y entrega.
No como en el thriller de Gibson que supone que el Juego de Pelota es un campo de matazones.
Los chamanes o brujos eran guías de la civilización, no se perforaban el cuerpo, ni tenias huesos en la nariz, en la peli aparece brevemente como poseídos y con un aire de verdugo de la edad media, situación por demás inexacta.
En el thriller los sacrificios, se realizan como un juego en la parte alta de las pirámides y en la parte baja toda la población grita como asesinos esperando la caída del cuerpo sin cabeza y corazón.
LO ABSURDO
Cuando el personaje escapa de una muerte segura, pero en la que va herido cae en un cementerio de muertos. Los muertos eran enterrados con lo que más querían porque era un sacrilegio no hacerlo.
Aunque había sacrificios, lo hacían con las doncellas, solamente mujeres bellas, castas y puras que eran arrojadas a los cenotes con sus pertenencias apreciadas porque eran lugares sagrados.
El poblador escapa y sus perseguidores matan a un ¡jaguar negro!, pero en esa zona los jaguares son moteados, tipo leopardo, nunca ni por error hubo uno oscuro.
Lo único que podría salvar al thriller sería la fotografía y las replicas de las construcciones, pero tampoco fue así desperdicio prácticamente todo, sólo hizo el Tikal y otras similares.
El Apocalypto Real
Aunque había sacrificios, lo hacían con las doncellas, solamente mujeres bellas, castas y puras que eran arrojadas a los cenotes con sus pertenencias apreciadas porque eran lugares sagrados.
El poblador escapa y sus perseguidores matan a un ¡jaguar negro!, pero en esa zona los jaguares son moteados, tipo leopardo, nunca ni por error hubo uno oscuro.
Lo único que podría salvar al thriller sería la fotografía y las replicas de las construcciones, pero tampoco fue así desperdicio prácticamente todo, sólo hizo el Tikal y otras similares.
El Apocalypto Real
Yucatán, ubicada al sureste de México en la zona arqueológica más rica de América, que se extiende hasta Honduras y Guatemala donde está el Tikal.
Lelí é lá, ú lúumil cutz, ú lúumil ceh, Mayab ú Kabá: que significa “Esta es la tierra del faisán y del venado, y el Mayab es su nombre. Ahora llamada Yucatán.
Sin que nadie les haya dicho, el indio sabe muchas cosas.
El indio lee con sus ojos tristes lo que escriben las estrellas que pasan volando, lo que esta escondido en el agua muerta del fondo de las grutas, lo que está grabado sobre el polvo húmedo de la sabana en el dibujo de la pezuña del ciervo fugitivo.
El oído del indio escucha lo que dicen los pájaros sabios cuando se apaga el sol, y oye hablar a los árboles en el silencio de la noche, y a las piedras doradas por la luz del amanecer.
Nadie le ha enseñado a ver ni a oír ni a entender estas cosas misteriosas y grandes, pero él sabe. Sabe, y no dice nada.
El indio habla solamente con las sombras.
Cuando el indio duerme su fatiga, está hablando con aquellos que le escuchan y está escuchando a aquellos que le hablan.
Cuando despierta, sabe más que antes y calla más que antes.
EL INDIO
De día el indio camina con los ojos fijos en la tierra y deja que el sol arda sobre su cabeza y tueste su espalda desnuda.
De noche, el indio levanta la frente y mira las estrellas, que caen dentro de sus ojos, y, entonces, lo que hay en lo más profundo de su pecho se llena todo de luz.
Si tu puedes mirar alguna vez mirar largamente al fondo de sus ojos, verás cómo allí hay escondida una chispa que es como un precioso lucero y que arde hacia dentro de la sombra.
Esa luz le alumbra y le enseña los caminos. Pero nadie, ni él mismo, sabe quién la encendió.
Envuelto en su triste obscuridad va por todas partes, y ve. Ve lo que todo el mundo puede ver, y algo más. No se lo preguntes, porque no ha de decírtelo.
El viento de las tardes y la brisa de la alta noche hablan con el corazón del indio, como si fueran ecos de voces que sólo él comprende en el silencio.
Cuando el indio se inclina sobre la tierra, oye una voz dulcísimo, como la música de la canción de una madre que adormece a su hijo.
Y si pudieran verlo entonces, le verás sonreír como un niño pequeño.
Y mientras pone las semillas en el agujero, su mano acaricia la tierra y sus miradas se llenan de ternura.
EL DESCANSO
Lelí é lá, ú lúumil cutz, ú lúumil ceh, Mayab ú Kabá: que significa “Esta es la tierra del faisán y del venado, y el Mayab es su nombre. Ahora llamada Yucatán.
Sin que nadie les haya dicho, el indio sabe muchas cosas.
El indio lee con sus ojos tristes lo que escriben las estrellas que pasan volando, lo que esta escondido en el agua muerta del fondo de las grutas, lo que está grabado sobre el polvo húmedo de la sabana en el dibujo de la pezuña del ciervo fugitivo.
El oído del indio escucha lo que dicen los pájaros sabios cuando se apaga el sol, y oye hablar a los árboles en el silencio de la noche, y a las piedras doradas por la luz del amanecer.
Nadie le ha enseñado a ver ni a oír ni a entender estas cosas misteriosas y grandes, pero él sabe. Sabe, y no dice nada.
El indio habla solamente con las sombras.
Cuando el indio duerme su fatiga, está hablando con aquellos que le escuchan y está escuchando a aquellos que le hablan.
Cuando despierta, sabe más que antes y calla más que antes.
EL INDIO
De día el indio camina con los ojos fijos en la tierra y deja que el sol arda sobre su cabeza y tueste su espalda desnuda.
De noche, el indio levanta la frente y mira las estrellas, que caen dentro de sus ojos, y, entonces, lo que hay en lo más profundo de su pecho se llena todo de luz.
Si tu puedes mirar alguna vez mirar largamente al fondo de sus ojos, verás cómo allí hay escondida una chispa que es como un precioso lucero y que arde hacia dentro de la sombra.
Esa luz le alumbra y le enseña los caminos. Pero nadie, ni él mismo, sabe quién la encendió.
Envuelto en su triste obscuridad va por todas partes, y ve. Ve lo que todo el mundo puede ver, y algo más. No se lo preguntes, porque no ha de decírtelo.
El viento de las tardes y la brisa de la alta noche hablan con el corazón del indio, como si fueran ecos de voces que sólo él comprende en el silencio.
Cuando el indio se inclina sobre la tierra, oye una voz dulcísimo, como la música de la canción de una madre que adormece a su hijo.
Y si pudieran verlo entonces, le verás sonreír como un niño pequeño.
Y mientras pone las semillas en el agujero, su mano acaricia la tierra y sus miradas se llenan de ternura.
EL DESCANSO
Luego, el indio se marcha y se tiende a descansar sobre la tierra, que es para él como un regazo de mujer querida.
El amor que hay en las noches del indio que duerme abrazado a la tierra, envuelto en el aire y cubierto por las estrellas del cielo, es lo que él sólo sabe y lo que nadie dice.
Y así muchas cosas que son solamente para él. Si no tuviera estas cosas ¿Qué tendría?
Piensa de esto lo que quieras; pero si algo de él mismo necesitas averiguar, procura adivinarlo y no se lo preguntes.
El indio del Mayab sabe que antes que él, mucho antes que él, otros hombres poblaron la tierra y la hicieron bella y poderosa.
Eran hombres santos, llenos de sabiduría. Cada uno de ellos había conocido a los dioses.
No vinieron de ninguno de los rumbos de la tierra ni del mar. Aquí fueron, porque aquí los hizo Aquél cuyo nombre se dice suspirando.
EL MENSAJE
El amor que hay en las noches del indio que duerme abrazado a la tierra, envuelto en el aire y cubierto por las estrellas del cielo, es lo que él sólo sabe y lo que nadie dice.
Y así muchas cosas que son solamente para él. Si no tuviera estas cosas ¿Qué tendría?
Piensa de esto lo que quieras; pero si algo de él mismo necesitas averiguar, procura adivinarlo y no se lo preguntes.
El indio del Mayab sabe que antes que él, mucho antes que él, otros hombres poblaron la tierra y la hicieron bella y poderosa.
Eran hombres santos, llenos de sabiduría. Cada uno de ellos había conocido a los dioses.
No vinieron de ninguno de los rumbos de la tierra ni del mar. Aquí fueron, porque aquí los hizo Aquél cuyo nombre se dice suspirando.
EL MENSAJE
Alguna vez tu, forastero, oirás a un anciano que dice cosas sencillas que no entiendes y cosas bellas que se te antojarán locuras o desvaríos. Este anciano es en el Mayab un varón justo y un alma antigua tiene, que está hablando de la verdad.
Por eso, extranjero, cuando estés en el Mayab, presta atención a los ancianos y a los niños. Estos son los que están fuera de la contaminación. En ellos vuelve a vivir el espíritu de nuestros padres, que oyeron hablar a los dioses y los contemplaron entre ellos.
El Mayab ha tenido dos vidas. La que fue antes de Mani y la que es después de Mani. El que sabe del Mayab comprende esto.
Fragmento del libro la Tierra del Faisán y del Venado de Antonio Mendiz Bolio.
CONCLUSION
Por eso, extranjero, cuando estés en el Mayab, presta atención a los ancianos y a los niños. Estos son los que están fuera de la contaminación. En ellos vuelve a vivir el espíritu de nuestros padres, que oyeron hablar a los dioses y los contemplaron entre ellos.
El Mayab ha tenido dos vidas. La que fue antes de Mani y la que es después de Mani. El que sabe del Mayab comprende esto.
Fragmento del libro la Tierra del Faisán y del Venado de Antonio Mendiz Bolio.
CONCLUSION
En el Mayab hay muchas historias y la mejor sería la que habla de Chichen Itza, en el amor de la princesa Sac-Nicté (que quiere decir Blanca Flor) y Canek que quiere decir Serpiente Negra.
El real Apocalypto es este, el de las fotografías.
El real Apocalypto es este, el de las fotografías.
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