Género: Crónica
Primer Lugar en el concurso “Manuel Buendía 2002”
La Cabalgata de Norte y Vicente Fox
Primer Lugar en el concurso “Manuel Buendía 2002”
La Cabalgata de Norte y Vicente Fox
*.- "La Pareja Real"
*.- Así somos los norteños
*.- Agua: ¡queremos agua!
Oscar Treviño Jr.
Nuevo Laredo, Tam.- Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, "Unidos en sus Tradiciones" nos enseñó lo nuestro a través de su gente: disfrutamos de la carne asada, los bailes regionales, con todo y "fara-fara", pero además nos dejó ver en una cabalgata, la terrible sequía que azota a nuestros estados y en un recorrido por 34 kilómetros sufrimos por la falta de agua, como lo padecen los "braceros".
Un día después vimos el romanticismo campirano del Presidente Fox y Martha Sahagún, cuando la tomó en sus brazos subiéndola en ancas a su caballo "El Rey".
EL VIERNES
Durante la bienvenida, cuando el sol casi se ocultaba el grupo Wild West de Saltillo, Coahuila, interpretó el tema "La Cabalgata del Norte", canción que sirvió de marco entre los gobernadores para la inauguración:
Estrecharon lazos de amistad los gobernador Enrique Martínez y Martínez de Coahuila, Fernando Canales Clariond de Nuevo León y Tomás Yarrington Ruvalcaba de Tamaulipas.
La fiesta comenzó en un predio de 90 hectáreas enclavada en el ejido Hidalgo II, municipio de Hidalgo, Coahuila, pero desde por la mañana se advertían "trailas" con caballos, arrastradas por vehículos de los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua.
NUESTRA TIERRA
Los gobernadores llegaron el viernes pasado en helicópteros y a las 19:34 horas aproximadamente comenzó primero a inundar de tierra el predio de Hidalgo II. A cada paso volaba polvo, por lo que las bebidas se cubrían con servilletas.
¡La comida!, a como Dios diera a entender. Enrique Cárdenas del Avellano, presidente de la Gran Comisión del H. Congreso del Estado, como muchos otros, tomaba whisky en su vaso que tapaba con una servilleta para que no le entrara tierra.
Durante el festival artístico se interpretó el tema de "La Cabalgata del Norte" y entre múltiples vaqueros, ayudantes y familias, hicieron una ovación para luego recibir con otros aplausos a Rosenda Bernal que interpretó "Tristes Recuerdos" y darle a "Mi gusto es", acompañada por los famosos Gavilanes de Nuevo Laredo.
Los gobernadores una vez que presenciaron parte del festival artístico, hicieron un recorrido por las instalaciones en donde se improvisó una conferencia de prensa.
Incluso en una de esas visitas a los diferentes establecimientos, el gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba se deleitó con la polka "La Curva", interpretada por Los Halcones de Laguna Honda, del meritito Matamoros.
CERO COMUNICACIONES
En el predio no había forma de comunicarnos a ninguna parte de la ciudad, los teléfonos móvil-celular no funcionaban.
Los indios Cherokkes se ofrecieron a hacer señales de humo pero... ¿Quién las entendería?
Uno de los vaqueros de Matamoros se subió a un poste de madera para ver si podía hablar por celular, pero nada.
Mario Zolezzi, presidente municipal de Matamoros, confirmado ¡no vendrá!, sino hasta el domingo.
Ah pero sí, Protección Civil de Matamoros estaba presente con una grandiosa manta...¡era la única que había en Hidalgo II!
EL ATAUD... Y NO DE MUERTO
Marcos Gutiérrez Carlos, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, se encontraba asando unas tiernas y jugosas piezas de "ribe eye", acompañado por su ayudante Mario Barberena. De hecho fueron los que por su hospitalidad se llevaron los aplausos de los diferentes medios de comunicación.
Orgulloso de su trabajo, abrió una puerta lateral del asadero y mostró tres cabritos que se estaban dorando y dijo, ¡esto es el ataúd!
- ¿La cena es para la delegación de Nuevo Laredo?
- ¡No!.. –se rió de buena gana-, todos los que vengan aquí son bienvenidos.
- ¿Usted compró los manjares?
Don Marcos sonrió..."No, fue entre toda la raza, pero además del asado, tenemos agujas norteñas, frijoles borrachos, guacamole y se compraron 80 bolsas de carbón para que la carne y los cabritos estén en su punto".
Entre Marcos y Mario con sus pinzas, tomaban las piezas de carne asada y las colocaban en los recipientes para que sus compañeros y los bienvenidos disfrutaran de la cena.
El ataúd, proviene originalmente de Coahuila -cuenta don Marcos-, tal vez de Múzquiz, sin embargo las regiones del noreste del territorio nacional lo han perfeccionado, por eso podemos decir que ahora es nuestro.
Para quienes no conocen la sazón de don Marcos, lo pueden constatar, porque ya tiene experiencia, es la persona que cocina todos los domingos en su casa.
LA RAZA DE VICTORIA
"El fara-fara" cobró vital importancia con la raza de Ciudad Victoria, puesto que Eugenio Hernández, para sus cuates "Geño" dio hospitalidad a los diferentes medios de comunicación, pero mientras se servía la cena, se oyó la música y los vaqueros a falta de damas comenzaron a hacer sus evoluciones con el zapateado.
Ni el fuerte viento, ni las tolvaneras que a veces no se sabía si en verdad estábamos comiendo fajitas, impidió la alegría de todas las delegaciones.
Tampoco desentonó la comitiva de ciudad Padilla, quienes también tenían un ambientazo.
Las delegaciones de los estados invitados desbordaban alegría, propio de una verdadera velada campirana: estiércol, cuadras de caballos, comida, cerveza, tequila, "ajúa".
Los gobernadores se retiraron para pernoctar en Río Grande, Texas, según el programa establecido, mientras que los vaqueros se dormían en la tierra, arropados por el manto de estrellas.
LA CABALGATA
El sábado amaneció fresco. Ya para las 07:00 horas se sirvió el desayuno: machaca con huevo en tortilla de harina, guisaditos de res con jugo de naranja y café hervido. Se formaron largas filas para tomar el platillo –más de un kilómetro-.
Sin embargo desde las 03:00 de la madrugada los cocineros y las cocineras comenzaron a guisar probablemente más de 20 vacas, en virtud de que en el predio había más de ocho mil personas.
Casi a las 08:00 horas después dio inicio la Cabalgata "Unidos en sus Tradiciones". Se hicieron los honores a la patria.
Enrique Martínez y Martínez, gobernador de Coahuila, en el pueblo de Hidalgo II, que tiene aproximadamente mil 800 habitantes dio la bienvenida y después procedió a dar el banderazo del contingente con nueve mil jinetes aproximadamente, además de seis carretas con el jefe de los indios Cherokke.
DE HIDALGO II HACIA
COLOMBIA, NUEVO LEON
No obstante antes de iniciar la cabalgata, uno de los jinetes de Coahuila se cayó y se fracturó la pierna izquierda -la primera baja-, siendo atendido por los paramédicos de la Cruz Verde.
El fuerte contingente partió desde el ejido Hidalgo II hacia Colombia, Nuevo León, con una ruta de 11 kilómetros.
Sin embargo como a 200 metros del inicio de la cabalgata otro de los jinetes se cayó fracturándose una mano, ante la angustia de los gobernadores, porque era uno de los que los seguía.
A la cabeza del contigente iba Tomás Yarrington Ruvalcaba, Enrique Martínez y Martínez, Fernando Canales Clariond, así como los invitados Patricio Martínez, de Chihuahua y Manuel Ángel Núñez, de Hidalgo.
Para dar fe de la cabalgata los diferentes camarógrafos y fotógrafos de los medios de comunicación fueron transportados en un vehículo llamado "fotomóvil".
En un tramo a la orilla de la carretera a Piedras Negras, el contingente marchaba a galope limado, es decir lento. Una joven jinete portaba nuestra Enseña Nacional montada en un caprichoso caballo bayo.
De pronto la joven soltó la Bandera y los fotógrafos gritaron en tono de desaprobación, pero el caballo con la damita se fue a galope de carrera ¡de desbocó! comenzaron a gritar.
Varios jinetes fueron en persecución y como si fuera una suerte charra, para salvar la vida de la amazona ejecutaron el "paso de la muerte". Es decir en el galope, la joven abandonó su caballo tomando la cintura de su salvador que montaba un tordillo.
Pasado el susto, el contingente tomó por el rumbo del rancho "La Mora" y una avioneta surcó los cielos dando la bienvenida: "Norteños Unidos por México, Coahuila Te Saluda".
En el ejido Anáhuac mientras los jinetes trotaban, en la escuela primaria rural Bernardo Reyes, un grupo de niños daba la bienvenida con una colorida polka.
LA CALA DE CABALLO
Delante de los jinetes, una banda en un camión al descubierto amenizaba durante el trayecto y entonces los periodistas pidieron la canción "El Rey de Mil Coronas".
Al escucharla, Tomás Yarrington asintió con la cabeza, la cantó e intentó hacer un paseíllo con el caballo pero no pudo.
Motivado porque es la canción que le gusta, los periodistas pidieron a los gobernadores para que hicieran la suerte de la "La Cala del Caballo".
"Que raye el caballo" -gritaban-, los gobernadores uno a uno hicieron la suerte, la que consiste en que el caballo arranca y en tres tiempos intenta detenerse.
Ninguno de los jinetes pudo hacerlo, pero además, el único que no hizo el intento de la suerte fue Manuel Ángel Núñez, gobernador de Hidalgo.
Es más el gobernador siempre mantuvo un sonrisa congelada, tal vez de miedo, porque era evidente que no tenía pericia en estas lides.
Patricio Martínez, gobernador de Chihuahua se acercó a la unidad de los fotógrafos y se le gritó: ¿Cómo se llama su caballo?
- ¡Huracán! –respondió alegre-
- ¿Y el de Hidalgo?
Patricio le dio una palmada a Manuel Ángel Núñez Soto y riéndose, respondió:
- ¡Tormento!
Todos estallamos en carcajadas, mientras que los fotógrafos de Manuel Ángel decían: ¡epa, no se rían tanto!
Después los gobernadores a petición de la prensa, se tomaron de los hombros en son de abrazo fraterno en la misma monta.
En algún lado se hizo el cambio de bandera en los límites de Hidalgo con Nuevo León, esto porque nunca supimos, ni siquiera la avanzada, cómo se llamaba el predio o el rancho y el programa no lo mencionaba.
COLOMBIA, NUEVO LEON
Los gobernadores y el resto de los jinetes que conservadoramente eran entre nueve y nueve mil 500, llegaron a Colombia, Nuevo León.
En la plaza principal de Colombia, se unieron otros jinetes. Uno vestido de charro, con el sombrero de ala ancha pegado casi a los ojos se emparejó con los gobernadores.
- "¿Ese quién es?
- ¡Es Gastón Santos, el héroe de las películas!
No obstante un rápido consenso entre los fotógrafos y camarógrafos llegamos a un conclusión: es Santiago Creel, Secretario de Gobernación. De inicio no se le conocía tal vez porque tenía exceso de bloqueador para la piel.
Su vestido de charro, contrastaba con todos los norteños, pero también apareció un gordo montado a caballo.
El gordo de a caballo parecía el que salía en la serie de Bonanza. Fue el que empezó a molestar porque saludó a los gobernadores de mano en la monta.
Los de la prensa comenzaron a gritarle para que se hiciera a un lado porque estorbaba para las fotografías.
¡Muévete, gordo!, El jinete algo más que robusto no hacía caso...¡que te quites a la chingada pinche gordo! ¡Estuvo bueno el menudo!
- ¿Quién es ese gordo?
La raza de Nuevo León, dijo: "es el jefe de Seguridad de Nuevo León, viene con Canales Clariond".
- ¡Lo primero que asegura ese tipo, será su comida! -y estallaron las risas-, allí también ocupó un puesto discretamente José Guzmán Montalvo, Director General de Aduanas.
La comitiva se fue directo al río Bravo en Colombia y cuando se acercaban al lugar para acampar y ajustar tiempos, apareció un helicóptero de la Bordel Patrol.
La aeronave bajo bruscamente al río, cuya agua salpicó a algunos jinetes y de inmediato las fotografías.
Allí mismo en un templete artístico de Nuevo León hicieron una parodia de Fox, Fidel Castro, Bush en la Cumbre Campirana.
Algunos pensaron que eran las personas de nuestra política mundial, pero pronto se dieron cuenta que sólo era un evento para relajamiento.
LA BIENVENIDA
Fernando Canales Clariond agradeció en su mensaje a sus colegas gobernadores, del gobierno federal y presidentes municipales de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Al jefe de los indios Cherokke y a Ricky Perry, gobernador de California, Estados Unidos.
"La cabalgata reafirma nuestra mexicanidad, el caballo ha servido a la Patria en todas las gestas heroicas, la Revolución, la Independencia".
"Pero también nos ayuda en el trabajo de la tierra. De nuestra tierra".
"Con la gente de los estados del Noreste, del Gobierno Federal hacemos el México que queremos para nosotros, para nuestros hijos, para la industria, la agricultura, la ganadería unidos todos, mujeres y hombres".
"Frente a Estados Unidos exigimos el respeto de nuestras tradiciones, de nuestras leyes".
"Maximizando nuestras oportunidades tendremos respeto a la ley, está vigente el Estado de Derecho".
"Quiero decirles que la crisis, a los problemas, nos hacen los mandados...Deseo un éxito en nuestra cabalgata triestatal".
Se hizo un aplauso general y después comenzaron a subir los mariachis... se oyó una voz grabada que retumbó en las bocinas.
FUEGO EN LA PISTA
Desde San Nicolás de los Garza, Nuevo León...sentimiento y corazón...luego una voz femenina que decía:
"Por un hombre que me engañó, que no me valoró y me abandonó...la güerita consentida ahora es rebelde".
Ataviada con un traje charro Alicia Villarreal con la música de mariachi dijo...¡sabes mejor que nadie, que me engañaste!
Los gritos comenzaron, Alicia Villarreal cantó "Echame a mí la culpa", siguió con "Soy lo Prohibido", "Rómpeme, Mátame" –.
Remató con "Te quedó grande la yegua" -más gritos- y al término de la canción se lanzaron paracaídas de juguete con la figurita del ¡Increíble Hombre Araña!
¡Y ESO QUE NO TENEMOS AGUA!
Un corto ajuste de tiempo y luego la partida de los jinetes, por todo el trayecto, una máquina ya había emparejado el lugar por donde se cabalgaría.
Pero además de emparejar el terreno regaron, esto para que no se levantara la tierra y en algunas partes había lodo.
No obstante eso no impidió que se levantaran tolvaneras. El sol estaba en su máxima expresión...
En el rancho El Charro, límite entre Colombia, Nuevo León y Tamaulipas, se hizo el cambio de bandera.
Estaba programado para las 11:30 horas, pero el cambio se hizo a las 13:05 horas aproximadamente.
"Cabalguemos como hermanos y lleguemos a la meta, retumbó una voz por micrófono, los jinetes cruzaron por un arco que estaba a medio concluir".
Los representantes de los diversos medios de comunicación se rieron por el detalle.
En una motoneta viajaba el jefe de seguridad de Santiago Creel.
Al virar la motoneta el jefe de seguridad cayó, levantó en todo lo alto sus piernas y se levantó negro de tierra y sudor.
Las risas de camarógrafos y fotógrafos dieron rienda suelta. El tipo se levantó con la quijada apretada, la ira se reflejaba tanto como la tierra que tenía encima.
Se dirigió al de la motoneta, hizo varios aspavientos, le quitó un maletín y se fue a acomodar a la camioneta suburban que también lo acompañaba.
"Eres un pendejo -le gritaban-, pero no respondió".
En el trayecto hubo cambio de banda de música que viajaba en un medio camioncito e incluso el gobernador de Hidalgo tiró el arpa en Colombia. ¡Ya no salió en la cabalgata!
Faltaban 18 kilómetros para llegar al ejido La Cruz en Nuevo Laredo.
Hacía demasiado calor y en cada kilómetro aproximadamente había señalamientos y puestos de auxilio, que surtían de agua a todos.
José Manuel Suárez López, presidente de Nuevo Laredo, en su caballo retinto se acercó y preguntó: "Muchachos, ¿llevan cerveza?"
Se escucharon carcajadas
- ¡No me vayan a tomar una foto, ni publicarme, ¿eh? -suplicó-.
-¡Sí! uno de la avanzada llevó cervezas corriendo a los jinetes y les dio vasos de unicel para que no llevaran las botellas de Corona.
PARECIAMOS INDOCUMENTADOS
El vehículo donde viajaba la prensa se averió, por lo que todos tuvimos que correr al medio camioncito con los músicos.
Las hieleras con agua, refrescos y refrescos ligth, no cabían en el medio camioncito por lo que fueron abandonadas.
Santiago Creel platicaba amenamente con Tomás Yarrington y a su lado el mayor de Pharr, Pepe Aranda.
- ¿Cuánto falta para llegar?
Los vaqueros de Coahuila respondieron ¡tres kilómetros!
El paisaje se tornó sombrío...zonas áridas cuyos arbustos apenas si daban vueltas...el sol brillaba más que nunca.
El gobernador Tomás Yarrington se acercó a la prensa y gritó"
- ¡Ya cambiaron de vehículo!
- Es que el otro se descompuso, -se le respondió-, Tomás movió su cabeza en son de aprobación y regresó con el resto de los jinetes.
La desesperación comenzó a apoderarse de la prensa. ¡No hay agua!... los labios se resecaban y el sudor seco y pegajoso provocaba comezón.
¡Parecemos indocumentados! -dijo alguien- ahora sé cómo se sienten esos indocumentados -respondió otro-.
El paisaje no alegraba la vista, la desesperación comenzó a cundir...De nueva cuenta se acercó el gobernador Yarrington y dijo: "Muchachos, denle más aprisa, están aventando mucho polvo" y volvió a alejarse.
- ¿Cuánto falta para llegar?
- Tres kilómetros, repitió alguien de los compañeros.
Esta vez ya no había tantas risas, gritos. Todos estábamos muy serios.
- ¿Alguien tiene una Fanta que me dé? -pregunté-
- ¡Que no, no hay nada! -fue la respuesta-.
Hasta el fotógrafo El Imán ya no hablaba. Le decían El Imán porque cada que nos lanzaban refrescos o agua, lo golpeaban en la cabeza.
Recibió latas de refresco en la cabeza, naranjas y botes de agua.
Se acercó uno de los jinetes y se le volvió a preguntar:
- ¿Cuánto falta para llegar?
- ¡Tres kilómetros y medio! -fue la respuesta-, palabras impublicables subieron de tono.
Tomás Yarrington, un tanto desesperado, con su caballo que ya había cambiado por un saino volvió a preguntar: ¿Muchachos, cuánto falta para llegar?
- ¡Tres kilómetros! -le respondimos-.
La cabalgata pasó por un lado del rancho San Fernando en Tamaulipas, pero ninguno tenía agua, ni refrescos.
Ya nadie tomaba fotografías. Solamente un camarógrafo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, de vez en cuando bajaba de la unidad. Tomaba video y luego regresaba corriendo.
-¡Ya vámonos, ya nadie toma fotos ni nada!-.
- ¡Es que soy la avanzada, debemos seguir así!
Los gobernadores pidieron agua y el jefe de seguridad de Santiago Creel, todavía con tierra entre sus ropas producto de la caída, corrió para llevarles varios botecitos.
Mandamos a dos emisarios, nos lanzaron un bote de un cuarto de litro y otro a la mitad de un cuarto de litro. -ese lo capotié-.
Otro de los compañeros llevaba cinco botecitos de agua, pero el de seguridad de Santiago Creel que regresaba y se los quitó, metiéndolos a la Suburban.
"Chingas a tu madre, eres un hijo de la chingada, pinche puto, yo lo madreo -dijo uno de los compañeros-, pero lo calmaron.
Con esa agua que nos dieron cada uno y los que alcanzaron sólo dimos un traguito porque los labios estaban resecos.
Esos tres kilómetros se hacían eternos...La cabalgata pasó por el rancho Los Rodríguez, pero tampoco tenían agua... ¡Yo alucinaba un refresco marca Fanta bien helada! y el sol cada vez más despedía calor.
POR FAVOR, UN TRAGO DE AGUA
Finalmente el jefe de la avanzada, al ver que ya estábamos histéricos, decidió subir a otra unidad y a nosotros nos dejó libres para llegar al ejido La Cruz.
El medio camioncito enfiló y llegamos a la carretera, sólo con un poco de precaución llegamos al festival artístico.
Todos bajamos corriendo del medio camioncito y hubo alguien que saltó las trancas.
Corrimos a donde había agua, o refrescos. En el ejido La Cruz había exposiciones artesanales, ganaderas, cinegéticas, canófilas, equipos de rodeo pero también parecían una alucinación....¡Agua!
Mis compañeros y yo formamos filas para tomar agua, refrescos y guisado de res, con arroz y frijoles refritos. El resto de las personas nos veían raros.
La mayoría quemados de la cara por el sol y los que usamos lentes, sólo esa parte no había tierra.
Media hora después llegaron los de la cabalgata y los gobernadores con Creel, se metieron a una salita con los del Estado Mayor: ¡A lavarse!
Media hora después como a las 17:35 se organizó la conferencia de prensa en la que solamente cinco periodistas pudieron hacer preguntas.
Los jefes estatales y titulares del Gobierno Federal se retiraron para recibir al presidente Vicente Fox.
Los periodistas nos regresamos a Nuevo Laredo en donde la Sala de Música Talmas sirvió como oficina de prensa para enviar la información.
Sabíamos que había un convivio entre jefes en el rancho Los Rodríguez pero era privado. No acceso a la prensa.
EL SENCILLO PRESIDENTE FOX
El domingo amaneció fresco, sin embargo a las 03:30 horas en el rancho La Herradura, a un lado de las exposiciones artesanales comenzaron las faenas.
Los caballos almorzaron -indicaba el programa-, los ensillaron, mientras que los cocineros y las cocineras hacían café dos estrellas, del hervido acompañados con pan de cuernitos.
A las 06:00 comenzó el programa oficial. La luz mercurial era muy deficiente, casi en penumbras.
Presentaron a las autoridades, habló Tomás Yarrington Ruvalcaba, gobernador de Tamaulipas dando la bienvenida.
Después apareció el presidente Vicente Fox, campirano y sencillo como siempre usó un sombrero -como de espantapájaros-, camisa azul bajito, pantalón de mezclilla relavado -fachoso-, dijeron algunos periodistas.
Pero iba cómodo y habló acerca de compartir las amarguras, las alegrías, de compartir juntos los ideales y los sueños.
Un discurso sencillo y emotivo rematando con cabalguemos junto con 118 millones de mexicanos y mexicanas.
"Cabalguemos juntos hacia el futuro para construir una Nación de triunfadores, desde aquí, desde Nuevo Laredo dando un ejemplo a todos nosotros".
Bajaron del estrado donde se llevó la ceremonia, subieron a sus caballos e inició la cabalgata, junto con los gobernadores, Santiago Creel, Rafael Macedo de la Concha, Procurador de la Nación, diputados, presidentes municipales y el resto de los jinetes.
EL ELECTROCUTADO
Un caballo Roano que traía jinete pisó las puntas de un cable de alta tensión que pendía de un poste de madera.
El caballo rojizo, blanco y negro se tensó, el jinete no sabía qué pasaba y de pronto, ambos cayeron.
El jinete como pudo se puso de pie tambaleándose, tomó el cable y lo jaló hacia un lado.
Sacó su fuete y le dio varios golpes al caballo, la bestia se levantó pero con su pata todavía tiesa, caminó un poco y comenzó a trotar.
Uno de los cocineros tomó el cable y le gritaron ¡tíralo! ¡se va a electrocutar! y el viejito lo lanzó asustado.
El jinete Vicente Fox, encabezó la cabalgata por espacio de 15 kilómetros. Platicó con Tomás Yarrington que lo flanqueaba y con los demás gobernadores.
La cabalgata se hizo sin mayores complicaciones a trote y en el vehículo de prensa -con el mismo chofer, aunque delante nuestro viajaba el Estado Mayor-.
- “Fox, mi presi salude pa'la foto”, parte de algunas expresiones de los compañeros.
Como buen vaquero galopeó un poco y al ver ya cerca la carretera nos ganó junto con los gobernadores y su equipo federal.
A paso lento transitó por entre las calles de Nuevo Laredo, donde había vallas de, personas y familias enteras lo saludaban.
Algunos tenían equipo de música y subían el volumen cuando veían cerca a Fox y su comitiva.
"MI HEROE QUERIDO"
El jinete Fox con su sombrero de espantapájaros y su caballo "El Rey", saludaba una y otra vez. Una señora morena, como de 1.60 de estatura traspaso la valla.
Ofreció agua a Fox, pero la rechazó porque se acercó peligrosamente a los caballos, no así Tomás que le sonrió y aceptó el cuartito de agua.
Con un sonido volvieron a tocar la cinta de "El Rey de Mil Coronas", letra que gusta mucho a Tomás Yarrington y a Fox que también la coreó.
La Cabalgata circulaba por la avenida Revolución en Nuevo Laredo, con destino a las instalaciones de Seguridad Pública.
Precisamente en Revolución y Eva Sámano (zona centro), estaba una dama, que al ver a Fox se tomó de las manos y las colocó en su mejilla derecha -así como la hace la Dulce Poli de las tiras cómicas-.
Fox cruzó cuatro jinetes se acercó a la bella dama, le dio la mano, mientras quitaba su pie del estribo.
Martha Sahagún viéndolo a los ojos, se montó en ancas de "El Rey" con sus brazos rodeó la cintura de Fox y puso su mejilla en las espaldas.
La gente comenzó a aplaudir y todos se dirigieron a Seguridad Pública. En todo el trayecto, Fox, su esposa y la comitiva recibieron porras y aplausos.
Concluyeron la cabalgata, en donde se formó un círculo de jinetes y enmedio nuestras autoridades federales y gobernadores.
Vicente Fox y Tomás Yarrington dijeron cortos y emotivos discursos, mientras el resto de la cabalgata seguía llegando.
Ahora sí vimos al gobernador de Hidalgo y tímidamente a Mario Zolezzi, presidente municipal de Matamoros.
Se hicieron improvisadas y rapidísimas conferencias de prensa.
LA ORACION DE LA CABALGATA
Señor, hoy como todos los años nos reunimos padres, hijos, hermanos y amigos, para formar una sola familia.
Una sola familia que recuerde el tesón y coraje de nuestros ancestros que colonizaron y vivieron en estas áridas tierras.
Que un día nos vieron nacer y que también un día nos darán abrigo a nuestra existencia.
Señor, antes de partir por esta ruta de esperanza te damos gracias por dejarnos disfrutar de las bellas tachonadas noches de estrellas.
Por el fresco aire del amanecer, por el brillante y candente sol del medio día, por tus hermosos ríos y manantiales que dan vida, flor y fauna a los campos coahuilenses ya que sin ti nada sería posible sin tu bendita mano.
Señor, te invitamos a cabalgar con nosotros porque siempre nos acompañas en nuestras vidas, te hemos reservado el más maravilloso pero mejor lugar que podemos darte: Nuestros corazones, por favor llénalos con tu santa presencia.
Señor, gracias, sabíamos que ibas a aceptar cabalgar siempre con nosotros. Bienvenido seas, Jesucristo. Amén.
Nuevo Laredo, Tam.- Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, "Unidos en sus Tradiciones" nos enseñó lo nuestro a través de su gente: disfrutamos de la carne asada, los bailes regionales, con todo y "fara-fara", pero además nos dejó ver en una cabalgata, la terrible sequía que azota a nuestros estados y en un recorrido por 34 kilómetros sufrimos por la falta de agua, como lo padecen los "braceros".
Un día después vimos el romanticismo campirano del Presidente Fox y Martha Sahagún, cuando la tomó en sus brazos subiéndola en ancas a su caballo "El Rey".
EL VIERNES
Durante la bienvenida, cuando el sol casi se ocultaba el grupo Wild West de Saltillo, Coahuila, interpretó el tema "La Cabalgata del Norte", canción que sirvió de marco entre los gobernadores para la inauguración:
Estrecharon lazos de amistad los gobernador Enrique Martínez y Martínez de Coahuila, Fernando Canales Clariond de Nuevo León y Tomás Yarrington Ruvalcaba de Tamaulipas.
La fiesta comenzó en un predio de 90 hectáreas enclavada en el ejido Hidalgo II, municipio de Hidalgo, Coahuila, pero desde por la mañana se advertían "trailas" con caballos, arrastradas por vehículos de los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua.
NUESTRA TIERRA
Los gobernadores llegaron el viernes pasado en helicópteros y a las 19:34 horas aproximadamente comenzó primero a inundar de tierra el predio de Hidalgo II. A cada paso volaba polvo, por lo que las bebidas se cubrían con servilletas.
¡La comida!, a como Dios diera a entender. Enrique Cárdenas del Avellano, presidente de la Gran Comisión del H. Congreso del Estado, como muchos otros, tomaba whisky en su vaso que tapaba con una servilleta para que no le entrara tierra.
Durante el festival artístico se interpretó el tema de "La Cabalgata del Norte" y entre múltiples vaqueros, ayudantes y familias, hicieron una ovación para luego recibir con otros aplausos a Rosenda Bernal que interpretó "Tristes Recuerdos" y darle a "Mi gusto es", acompañada por los famosos Gavilanes de Nuevo Laredo.
Los gobernadores una vez que presenciaron parte del festival artístico, hicieron un recorrido por las instalaciones en donde se improvisó una conferencia de prensa.
Incluso en una de esas visitas a los diferentes establecimientos, el gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba se deleitó con la polka "La Curva", interpretada por Los Halcones de Laguna Honda, del meritito Matamoros.
CERO COMUNICACIONES
En el predio no había forma de comunicarnos a ninguna parte de la ciudad, los teléfonos móvil-celular no funcionaban.
Los indios Cherokkes se ofrecieron a hacer señales de humo pero... ¿Quién las entendería?
Uno de los vaqueros de Matamoros se subió a un poste de madera para ver si podía hablar por celular, pero nada.
Mario Zolezzi, presidente municipal de Matamoros, confirmado ¡no vendrá!, sino hasta el domingo.
Ah pero sí, Protección Civil de Matamoros estaba presente con una grandiosa manta...¡era la única que había en Hidalgo II!
EL ATAUD... Y NO DE MUERTO
Marcos Gutiérrez Carlos, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, se encontraba asando unas tiernas y jugosas piezas de "ribe eye", acompañado por su ayudante Mario Barberena. De hecho fueron los que por su hospitalidad se llevaron los aplausos de los diferentes medios de comunicación.
Orgulloso de su trabajo, abrió una puerta lateral del asadero y mostró tres cabritos que se estaban dorando y dijo, ¡esto es el ataúd!
- ¿La cena es para la delegación de Nuevo Laredo?
- ¡No!.. –se rió de buena gana-, todos los que vengan aquí son bienvenidos.
- ¿Usted compró los manjares?
Don Marcos sonrió..."No, fue entre toda la raza, pero además del asado, tenemos agujas norteñas, frijoles borrachos, guacamole y se compraron 80 bolsas de carbón para que la carne y los cabritos estén en su punto".
Entre Marcos y Mario con sus pinzas, tomaban las piezas de carne asada y las colocaban en los recipientes para que sus compañeros y los bienvenidos disfrutaran de la cena.
El ataúd, proviene originalmente de Coahuila -cuenta don Marcos-, tal vez de Múzquiz, sin embargo las regiones del noreste del territorio nacional lo han perfeccionado, por eso podemos decir que ahora es nuestro.
Para quienes no conocen la sazón de don Marcos, lo pueden constatar, porque ya tiene experiencia, es la persona que cocina todos los domingos en su casa.
LA RAZA DE VICTORIA
"El fara-fara" cobró vital importancia con la raza de Ciudad Victoria, puesto que Eugenio Hernández, para sus cuates "Geño" dio hospitalidad a los diferentes medios de comunicación, pero mientras se servía la cena, se oyó la música y los vaqueros a falta de damas comenzaron a hacer sus evoluciones con el zapateado.
Ni el fuerte viento, ni las tolvaneras que a veces no se sabía si en verdad estábamos comiendo fajitas, impidió la alegría de todas las delegaciones.
Tampoco desentonó la comitiva de ciudad Padilla, quienes también tenían un ambientazo.
Las delegaciones de los estados invitados desbordaban alegría, propio de una verdadera velada campirana: estiércol, cuadras de caballos, comida, cerveza, tequila, "ajúa".
Los gobernadores se retiraron para pernoctar en Río Grande, Texas, según el programa establecido, mientras que los vaqueros se dormían en la tierra, arropados por el manto de estrellas.
LA CABALGATA
El sábado amaneció fresco. Ya para las 07:00 horas se sirvió el desayuno: machaca con huevo en tortilla de harina, guisaditos de res con jugo de naranja y café hervido. Se formaron largas filas para tomar el platillo –más de un kilómetro-.
Sin embargo desde las 03:00 de la madrugada los cocineros y las cocineras comenzaron a guisar probablemente más de 20 vacas, en virtud de que en el predio había más de ocho mil personas.
Casi a las 08:00 horas después dio inicio la Cabalgata "Unidos en sus Tradiciones". Se hicieron los honores a la patria.
Enrique Martínez y Martínez, gobernador de Coahuila, en el pueblo de Hidalgo II, que tiene aproximadamente mil 800 habitantes dio la bienvenida y después procedió a dar el banderazo del contingente con nueve mil jinetes aproximadamente, además de seis carretas con el jefe de los indios Cherokke.
DE HIDALGO II HACIA
COLOMBIA, NUEVO LEON
No obstante antes de iniciar la cabalgata, uno de los jinetes de Coahuila se cayó y se fracturó la pierna izquierda -la primera baja-, siendo atendido por los paramédicos de la Cruz Verde.
El fuerte contingente partió desde el ejido Hidalgo II hacia Colombia, Nuevo León, con una ruta de 11 kilómetros.
Sin embargo como a 200 metros del inicio de la cabalgata otro de los jinetes se cayó fracturándose una mano, ante la angustia de los gobernadores, porque era uno de los que los seguía.
A la cabeza del contigente iba Tomás Yarrington Ruvalcaba, Enrique Martínez y Martínez, Fernando Canales Clariond, así como los invitados Patricio Martínez, de Chihuahua y Manuel Ángel Núñez, de Hidalgo.
Para dar fe de la cabalgata los diferentes camarógrafos y fotógrafos de los medios de comunicación fueron transportados en un vehículo llamado "fotomóvil".
En un tramo a la orilla de la carretera a Piedras Negras, el contingente marchaba a galope limado, es decir lento. Una joven jinete portaba nuestra Enseña Nacional montada en un caprichoso caballo bayo.
De pronto la joven soltó la Bandera y los fotógrafos gritaron en tono de desaprobación, pero el caballo con la damita se fue a galope de carrera ¡de desbocó! comenzaron a gritar.
Varios jinetes fueron en persecución y como si fuera una suerte charra, para salvar la vida de la amazona ejecutaron el "paso de la muerte". Es decir en el galope, la joven abandonó su caballo tomando la cintura de su salvador que montaba un tordillo.
Pasado el susto, el contingente tomó por el rumbo del rancho "La Mora" y una avioneta surcó los cielos dando la bienvenida: "Norteños Unidos por México, Coahuila Te Saluda".
En el ejido Anáhuac mientras los jinetes trotaban, en la escuela primaria rural Bernardo Reyes, un grupo de niños daba la bienvenida con una colorida polka.
LA CALA DE CABALLO
Delante de los jinetes, una banda en un camión al descubierto amenizaba durante el trayecto y entonces los periodistas pidieron la canción "El Rey de Mil Coronas".
Al escucharla, Tomás Yarrington asintió con la cabeza, la cantó e intentó hacer un paseíllo con el caballo pero no pudo.
Motivado porque es la canción que le gusta, los periodistas pidieron a los gobernadores para que hicieran la suerte de la "La Cala del Caballo".
"Que raye el caballo" -gritaban-, los gobernadores uno a uno hicieron la suerte, la que consiste en que el caballo arranca y en tres tiempos intenta detenerse.
Ninguno de los jinetes pudo hacerlo, pero además, el único que no hizo el intento de la suerte fue Manuel Ángel Núñez, gobernador de Hidalgo.
Es más el gobernador siempre mantuvo un sonrisa congelada, tal vez de miedo, porque era evidente que no tenía pericia en estas lides.
Patricio Martínez, gobernador de Chihuahua se acercó a la unidad de los fotógrafos y se le gritó: ¿Cómo se llama su caballo?
- ¡Huracán! –respondió alegre-
- ¿Y el de Hidalgo?
Patricio le dio una palmada a Manuel Ángel Núñez Soto y riéndose, respondió:
- ¡Tormento!
Todos estallamos en carcajadas, mientras que los fotógrafos de Manuel Ángel decían: ¡epa, no se rían tanto!
Después los gobernadores a petición de la prensa, se tomaron de los hombros en son de abrazo fraterno en la misma monta.
En algún lado se hizo el cambio de bandera en los límites de Hidalgo con Nuevo León, esto porque nunca supimos, ni siquiera la avanzada, cómo se llamaba el predio o el rancho y el programa no lo mencionaba.
COLOMBIA, NUEVO LEON
Los gobernadores y el resto de los jinetes que conservadoramente eran entre nueve y nueve mil 500, llegaron a Colombia, Nuevo León.
En la plaza principal de Colombia, se unieron otros jinetes. Uno vestido de charro, con el sombrero de ala ancha pegado casi a los ojos se emparejó con los gobernadores.
- "¿Ese quién es?
- ¡Es Gastón Santos, el héroe de las películas!
No obstante un rápido consenso entre los fotógrafos y camarógrafos llegamos a un conclusión: es Santiago Creel, Secretario de Gobernación. De inicio no se le conocía tal vez porque tenía exceso de bloqueador para la piel.
Su vestido de charro, contrastaba con todos los norteños, pero también apareció un gordo montado a caballo.
El gordo de a caballo parecía el que salía en la serie de Bonanza. Fue el que empezó a molestar porque saludó a los gobernadores de mano en la monta.
Los de la prensa comenzaron a gritarle para que se hiciera a un lado porque estorbaba para las fotografías.
¡Muévete, gordo!, El jinete algo más que robusto no hacía caso...¡que te quites a la chingada pinche gordo! ¡Estuvo bueno el menudo!
- ¿Quién es ese gordo?
La raza de Nuevo León, dijo: "es el jefe de Seguridad de Nuevo León, viene con Canales Clariond".
- ¡Lo primero que asegura ese tipo, será su comida! -y estallaron las risas-, allí también ocupó un puesto discretamente José Guzmán Montalvo, Director General de Aduanas.
La comitiva se fue directo al río Bravo en Colombia y cuando se acercaban al lugar para acampar y ajustar tiempos, apareció un helicóptero de la Bordel Patrol.
La aeronave bajo bruscamente al río, cuya agua salpicó a algunos jinetes y de inmediato las fotografías.
Allí mismo en un templete artístico de Nuevo León hicieron una parodia de Fox, Fidel Castro, Bush en la Cumbre Campirana.
Algunos pensaron que eran las personas de nuestra política mundial, pero pronto se dieron cuenta que sólo era un evento para relajamiento.
LA BIENVENIDA
Fernando Canales Clariond agradeció en su mensaje a sus colegas gobernadores, del gobierno federal y presidentes municipales de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Al jefe de los indios Cherokke y a Ricky Perry, gobernador de California, Estados Unidos.
"La cabalgata reafirma nuestra mexicanidad, el caballo ha servido a la Patria en todas las gestas heroicas, la Revolución, la Independencia".
"Pero también nos ayuda en el trabajo de la tierra. De nuestra tierra".
"Con la gente de los estados del Noreste, del Gobierno Federal hacemos el México que queremos para nosotros, para nuestros hijos, para la industria, la agricultura, la ganadería unidos todos, mujeres y hombres".
"Frente a Estados Unidos exigimos el respeto de nuestras tradiciones, de nuestras leyes".
"Maximizando nuestras oportunidades tendremos respeto a la ley, está vigente el Estado de Derecho".
"Quiero decirles que la crisis, a los problemas, nos hacen los mandados...Deseo un éxito en nuestra cabalgata triestatal".
Se hizo un aplauso general y después comenzaron a subir los mariachis... se oyó una voz grabada que retumbó en las bocinas.
FUEGO EN LA PISTA
Desde San Nicolás de los Garza, Nuevo León...sentimiento y corazón...luego una voz femenina que decía:
"Por un hombre que me engañó, que no me valoró y me abandonó...la güerita consentida ahora es rebelde".
Ataviada con un traje charro Alicia Villarreal con la música de mariachi dijo...¡sabes mejor que nadie, que me engañaste!
Los gritos comenzaron, Alicia Villarreal cantó "Echame a mí la culpa", siguió con "Soy lo Prohibido", "Rómpeme, Mátame" –.
Remató con "Te quedó grande la yegua" -más gritos- y al término de la canción se lanzaron paracaídas de juguete con la figurita del ¡Increíble Hombre Araña!
¡Y ESO QUE NO TENEMOS AGUA!
Un corto ajuste de tiempo y luego la partida de los jinetes, por todo el trayecto, una máquina ya había emparejado el lugar por donde se cabalgaría.
Pero además de emparejar el terreno regaron, esto para que no se levantara la tierra y en algunas partes había lodo.
No obstante eso no impidió que se levantaran tolvaneras. El sol estaba en su máxima expresión...
En el rancho El Charro, límite entre Colombia, Nuevo León y Tamaulipas, se hizo el cambio de bandera.
Estaba programado para las 11:30 horas, pero el cambio se hizo a las 13:05 horas aproximadamente.
"Cabalguemos como hermanos y lleguemos a la meta, retumbó una voz por micrófono, los jinetes cruzaron por un arco que estaba a medio concluir".
Los representantes de los diversos medios de comunicación se rieron por el detalle.
En una motoneta viajaba el jefe de seguridad de Santiago Creel.
Al virar la motoneta el jefe de seguridad cayó, levantó en todo lo alto sus piernas y se levantó negro de tierra y sudor.
Las risas de camarógrafos y fotógrafos dieron rienda suelta. El tipo se levantó con la quijada apretada, la ira se reflejaba tanto como la tierra que tenía encima.
Se dirigió al de la motoneta, hizo varios aspavientos, le quitó un maletín y se fue a acomodar a la camioneta suburban que también lo acompañaba.
"Eres un pendejo -le gritaban-, pero no respondió".
En el trayecto hubo cambio de banda de música que viajaba en un medio camioncito e incluso el gobernador de Hidalgo tiró el arpa en Colombia. ¡Ya no salió en la cabalgata!
Faltaban 18 kilómetros para llegar al ejido La Cruz en Nuevo Laredo.
Hacía demasiado calor y en cada kilómetro aproximadamente había señalamientos y puestos de auxilio, que surtían de agua a todos.
José Manuel Suárez López, presidente de Nuevo Laredo, en su caballo retinto se acercó y preguntó: "Muchachos, ¿llevan cerveza?"
Se escucharon carcajadas
- ¡No me vayan a tomar una foto, ni publicarme, ¿eh? -suplicó-.
-¡Sí! uno de la avanzada llevó cervezas corriendo a los jinetes y les dio vasos de unicel para que no llevaran las botellas de Corona.
PARECIAMOS INDOCUMENTADOS
El vehículo donde viajaba la prensa se averió, por lo que todos tuvimos que correr al medio camioncito con los músicos.
Las hieleras con agua, refrescos y refrescos ligth, no cabían en el medio camioncito por lo que fueron abandonadas.
Santiago Creel platicaba amenamente con Tomás Yarrington y a su lado el mayor de Pharr, Pepe Aranda.
- ¿Cuánto falta para llegar?
Los vaqueros de Coahuila respondieron ¡tres kilómetros!
El paisaje se tornó sombrío...zonas áridas cuyos arbustos apenas si daban vueltas...el sol brillaba más que nunca.
El gobernador Tomás Yarrington se acercó a la prensa y gritó"
- ¡Ya cambiaron de vehículo!
- Es que el otro se descompuso, -se le respondió-, Tomás movió su cabeza en son de aprobación y regresó con el resto de los jinetes.
La desesperación comenzó a apoderarse de la prensa. ¡No hay agua!... los labios se resecaban y el sudor seco y pegajoso provocaba comezón.
¡Parecemos indocumentados! -dijo alguien- ahora sé cómo se sienten esos indocumentados -respondió otro-.
El paisaje no alegraba la vista, la desesperación comenzó a cundir...De nueva cuenta se acercó el gobernador Yarrington y dijo: "Muchachos, denle más aprisa, están aventando mucho polvo" y volvió a alejarse.
- ¿Cuánto falta para llegar?
- Tres kilómetros, repitió alguien de los compañeros.
Esta vez ya no había tantas risas, gritos. Todos estábamos muy serios.
- ¿Alguien tiene una Fanta que me dé? -pregunté-
- ¡Que no, no hay nada! -fue la respuesta-.
Hasta el fotógrafo El Imán ya no hablaba. Le decían El Imán porque cada que nos lanzaban refrescos o agua, lo golpeaban en la cabeza.
Recibió latas de refresco en la cabeza, naranjas y botes de agua.
Se acercó uno de los jinetes y se le volvió a preguntar:
- ¿Cuánto falta para llegar?
- ¡Tres kilómetros y medio! -fue la respuesta-, palabras impublicables subieron de tono.
Tomás Yarrington, un tanto desesperado, con su caballo que ya había cambiado por un saino volvió a preguntar: ¿Muchachos, cuánto falta para llegar?
- ¡Tres kilómetros! -le respondimos-.
La cabalgata pasó por un lado del rancho San Fernando en Tamaulipas, pero ninguno tenía agua, ni refrescos.
Ya nadie tomaba fotografías. Solamente un camarógrafo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, de vez en cuando bajaba de la unidad. Tomaba video y luego regresaba corriendo.
-¡Ya vámonos, ya nadie toma fotos ni nada!-.
- ¡Es que soy la avanzada, debemos seguir así!
Los gobernadores pidieron agua y el jefe de seguridad de Santiago Creel, todavía con tierra entre sus ropas producto de la caída, corrió para llevarles varios botecitos.
Mandamos a dos emisarios, nos lanzaron un bote de un cuarto de litro y otro a la mitad de un cuarto de litro. -ese lo capotié-.
Otro de los compañeros llevaba cinco botecitos de agua, pero el de seguridad de Santiago Creel que regresaba y se los quitó, metiéndolos a la Suburban.
"Chingas a tu madre, eres un hijo de la chingada, pinche puto, yo lo madreo -dijo uno de los compañeros-, pero lo calmaron.
Con esa agua que nos dieron cada uno y los que alcanzaron sólo dimos un traguito porque los labios estaban resecos.
Esos tres kilómetros se hacían eternos...La cabalgata pasó por el rancho Los Rodríguez, pero tampoco tenían agua... ¡Yo alucinaba un refresco marca Fanta bien helada! y el sol cada vez más despedía calor.
POR FAVOR, UN TRAGO DE AGUA
Finalmente el jefe de la avanzada, al ver que ya estábamos histéricos, decidió subir a otra unidad y a nosotros nos dejó libres para llegar al ejido La Cruz.
El medio camioncito enfiló y llegamos a la carretera, sólo con un poco de precaución llegamos al festival artístico.
Todos bajamos corriendo del medio camioncito y hubo alguien que saltó las trancas.
Corrimos a donde había agua, o refrescos. En el ejido La Cruz había exposiciones artesanales, ganaderas, cinegéticas, canófilas, equipos de rodeo pero también parecían una alucinación....¡Agua!
Mis compañeros y yo formamos filas para tomar agua, refrescos y guisado de res, con arroz y frijoles refritos. El resto de las personas nos veían raros.
La mayoría quemados de la cara por el sol y los que usamos lentes, sólo esa parte no había tierra.
Media hora después llegaron los de la cabalgata y los gobernadores con Creel, se metieron a una salita con los del Estado Mayor: ¡A lavarse!
Media hora después como a las 17:35 se organizó la conferencia de prensa en la que solamente cinco periodistas pudieron hacer preguntas.
Los jefes estatales y titulares del Gobierno Federal se retiraron para recibir al presidente Vicente Fox.
Los periodistas nos regresamos a Nuevo Laredo en donde la Sala de Música Talmas sirvió como oficina de prensa para enviar la información.
Sabíamos que había un convivio entre jefes en el rancho Los Rodríguez pero era privado. No acceso a la prensa.
EL SENCILLO PRESIDENTE FOX
El domingo amaneció fresco, sin embargo a las 03:30 horas en el rancho La Herradura, a un lado de las exposiciones artesanales comenzaron las faenas.
Los caballos almorzaron -indicaba el programa-, los ensillaron, mientras que los cocineros y las cocineras hacían café dos estrellas, del hervido acompañados con pan de cuernitos.
A las 06:00 comenzó el programa oficial. La luz mercurial era muy deficiente, casi en penumbras.
Presentaron a las autoridades, habló Tomás Yarrington Ruvalcaba, gobernador de Tamaulipas dando la bienvenida.
Después apareció el presidente Vicente Fox, campirano y sencillo como siempre usó un sombrero -como de espantapájaros-, camisa azul bajito, pantalón de mezclilla relavado -fachoso-, dijeron algunos periodistas.
Pero iba cómodo y habló acerca de compartir las amarguras, las alegrías, de compartir juntos los ideales y los sueños.
Un discurso sencillo y emotivo rematando con cabalguemos junto con 118 millones de mexicanos y mexicanas.
"Cabalguemos juntos hacia el futuro para construir una Nación de triunfadores, desde aquí, desde Nuevo Laredo dando un ejemplo a todos nosotros".
Bajaron del estrado donde se llevó la ceremonia, subieron a sus caballos e inició la cabalgata, junto con los gobernadores, Santiago Creel, Rafael Macedo de la Concha, Procurador de la Nación, diputados, presidentes municipales y el resto de los jinetes.
EL ELECTROCUTADO
Un caballo Roano que traía jinete pisó las puntas de un cable de alta tensión que pendía de un poste de madera.
El caballo rojizo, blanco y negro se tensó, el jinete no sabía qué pasaba y de pronto, ambos cayeron.
El jinete como pudo se puso de pie tambaleándose, tomó el cable y lo jaló hacia un lado.
Sacó su fuete y le dio varios golpes al caballo, la bestia se levantó pero con su pata todavía tiesa, caminó un poco y comenzó a trotar.
Uno de los cocineros tomó el cable y le gritaron ¡tíralo! ¡se va a electrocutar! y el viejito lo lanzó asustado.
El jinete Vicente Fox, encabezó la cabalgata por espacio de 15 kilómetros. Platicó con Tomás Yarrington que lo flanqueaba y con los demás gobernadores.
La cabalgata se hizo sin mayores complicaciones a trote y en el vehículo de prensa -con el mismo chofer, aunque delante nuestro viajaba el Estado Mayor-.
- “Fox, mi presi salude pa'la foto”, parte de algunas expresiones de los compañeros.
Como buen vaquero galopeó un poco y al ver ya cerca la carretera nos ganó junto con los gobernadores y su equipo federal.
A paso lento transitó por entre las calles de Nuevo Laredo, donde había vallas de, personas y familias enteras lo saludaban.
Algunos tenían equipo de música y subían el volumen cuando veían cerca a Fox y su comitiva.
"MI HEROE QUERIDO"
El jinete Fox con su sombrero de espantapájaros y su caballo "El Rey", saludaba una y otra vez. Una señora morena, como de 1.60 de estatura traspaso la valla.
Ofreció agua a Fox, pero la rechazó porque se acercó peligrosamente a los caballos, no así Tomás que le sonrió y aceptó el cuartito de agua.
Con un sonido volvieron a tocar la cinta de "El Rey de Mil Coronas", letra que gusta mucho a Tomás Yarrington y a Fox que también la coreó.
La Cabalgata circulaba por la avenida Revolución en Nuevo Laredo, con destino a las instalaciones de Seguridad Pública.
Precisamente en Revolución y Eva Sámano (zona centro), estaba una dama, que al ver a Fox se tomó de las manos y las colocó en su mejilla derecha -así como la hace la Dulce Poli de las tiras cómicas-.
Fox cruzó cuatro jinetes se acercó a la bella dama, le dio la mano, mientras quitaba su pie del estribo.
Martha Sahagún viéndolo a los ojos, se montó en ancas de "El Rey" con sus brazos rodeó la cintura de Fox y puso su mejilla en las espaldas.
La gente comenzó a aplaudir y todos se dirigieron a Seguridad Pública. En todo el trayecto, Fox, su esposa y la comitiva recibieron porras y aplausos.
Concluyeron la cabalgata, en donde se formó un círculo de jinetes y enmedio nuestras autoridades federales y gobernadores.
Vicente Fox y Tomás Yarrington dijeron cortos y emotivos discursos, mientras el resto de la cabalgata seguía llegando.
Ahora sí vimos al gobernador de Hidalgo y tímidamente a Mario Zolezzi, presidente municipal de Matamoros.
Se hicieron improvisadas y rapidísimas conferencias de prensa.
LA ORACION DE LA CABALGATA
Señor, hoy como todos los años nos reunimos padres, hijos, hermanos y amigos, para formar una sola familia.
Una sola familia que recuerde el tesón y coraje de nuestros ancestros que colonizaron y vivieron en estas áridas tierras.
Que un día nos vieron nacer y que también un día nos darán abrigo a nuestra existencia.
Señor, antes de partir por esta ruta de esperanza te damos gracias por dejarnos disfrutar de las bellas tachonadas noches de estrellas.
Por el fresco aire del amanecer, por el brillante y candente sol del medio día, por tus hermosos ríos y manantiales que dan vida, flor y fauna a los campos coahuilenses ya que sin ti nada sería posible sin tu bendita mano.
Señor, te invitamos a cabalgar con nosotros porque siempre nos acompañas en nuestras vidas, te hemos reservado el más maravilloso pero mejor lugar que podemos darte: Nuestros corazones, por favor llénalos con tu santa presencia.
Señor, gracias, sabíamos que ibas a aceptar cabalgar siempre con nosotros. Bienvenido seas, Jesucristo. Amén.